Desde luego, cuando hablamos de madurez implicitamente estaríamos pensando en madurez emocional, intelectual y así en otras áreas de la vida. Un niño cuando nace y es un bebé es totalmente dependiente. Así que una forma de llevarlo a un nuevo nivel es la independencia.
Cuanto menos logra depender de papá y mamá para ciertas actividades y las puede realizar con total confianza y seguridad, entonces podemos decir con satisfacción que nuestro hijos han avanzado hacia la madurez.
Así que el primer paso es la independencia y puedes pensar que tu hijo esta creciendo cuando la visualizas en aspectos como:
- Va solo al baño y no requiere de tu ayuda
- Puede elegir su ropa y verstirse
- Realiza sus tareas escolares con éxito y mínima supervisión
- Puede ordenar su dormitorio por iniciativa propia
- Usa su dinero con inteligencia y sin solicitar tu consejo
- Se aleja de amistades inconvenientes
- Puede leer un libro y ser autodidacta
Pues bien, estos son solo algunos de los puntos que te darán una idea de cuando tu hijo ha adquirido esa independencia sana que le brindara enormes satisfacciones en la vida. Y desde luego, el trabajo consiste en pasar al tercer nivel que es la interdependencia. Este último nivel, muy difícil para algunos seres humanos, es el reto de la interactividad y la comunicación.
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